La ciudad de la nostalgia

 

Después de algunos años de vivir en Nueva York, mi mirada cambió en relación a la ciudad.

El deseo de sumergirme en la vorágine de esta metrópoli había cesado. Comenzó a llamarme la atención el silencio en medio del caos, la luz tan misteriosa y sensual de los inviernos y esos pequeños destellos de vida sin tanto movimiento ni descontrol. Para mí Nueva York se había convertido en otra ciudad. Todo aún estaba por descubrirse en esta ciudad de infinitas posibilidades, pero para mí ya se había convertido en la ciudad de la nostalgia.