Hace algunos años me enamoré locamente de este documental de Ross McElwee: Photographic Memory. Es mi favorito de todos los que ha hecho este cineasta, pero también de los que tratan sobre la fotografía. Quizá sea porque la fotografía sólo es una excusa para realizar una meditación más profunda sobre el paso del tiempo, la vida misma, el amor y la relación fragmentada entre un padre y su hijo. McElwee regresa a los negativos y a las fotografías que tomó a la misma edad que tiene su hijo Adrian cuando realiza el documental. McElwee quiere investigar en qué estaba él a la edad de su hijo, en dónde y qué es lo que le interesaba, para ver si así construye un puente para poder entender lo que sucede en la mente de Adrian. Entonces Ross McElwee regresa en el tiempo, regresa a Francia, a buscar a su antiguo jefe, un fotógrafo de bodas y a una mujer, su amor perdido. Lo hace despacio y de forma detectivesca, buscando pistas de ellos en los lugares que frecuentaba, contemplando los paisajes y los cafés por donde pasó alguna vez, recogiendo sus propios pasos para así sumergirse en los de su hijo. Lamentablemente, hay medio siglo entre lo que Ross fue a la edad de Adrian y lo que Adrian es ahora, y nada puede encontrar en esas fotos, lugares e historias perdidas. Solo la brecha del tiempo, como un bloque invisible e imposible de acceder.
Me encantan los documentales que cuentan una historia personal o una historia de familia y que escarban en el tiempo en busca de respuestas. El tiempo se vuelve protagonista en cada escena. Un suceso decisivo e implacable. En Photographic Memory vemos la distancia abismal entre la frescura de la fotografía análoga, su textura entre los dedos del fotógrafo, su visibilidad a través de una lupa, y el protagonismo de la frialdad de los aparatos digitales con los que se entretiene Adrian, como si la fotografía también cambiara de piel, envejeciendo con el paso de los años, quedándose atrás con los viejos amores y las viejas aventuras, a destiempo para todo, incluso como excusa para la reconciliación entre un padre y su hijo. Pero esa es la vida, y en eso se torna la memoria: en fragmentos de tiempo. Ross McElwee es un documentalista del tiempo, su biografía de vida está en sus documentales (Sherman March, Bright Leaves, Time Indefinite, etc). Incluso a Adrian lo hemos visto crecer, hemos seguido su vida desde películas anteriores. Aquí lo vemos, una vez más, de pequeño y frente al mar, en una mañana soleada y haciendo un hueco en la arena y hablándole a su padre sobre “sandwiches de pulgas,” y es el niño más bello del mundo, para luego convertirse en un adolescente apático y quemimportista, pero también muy tierno y muy inteligente.
Pocos años después de haber visto este documental, me enteré de que Adrian había muerto luego de batallar durante mucho tiempo con una enfermedad mental, me enteré por casualidad en un festival de cine. Se me heló la sangre. Sentí que alguien cercano a mí se había muerto. Alguien a quien vi crecer y que conocí desde niño. Busqué en internet, pero hay poca información sobre ese triste acontecimiento y después de Photographic Memory no he vuelto a ver más películas de Ross McElwee. Adrian era su único hijo. Me pregunto si McElwee volverá a hacer cine, volverá a retratar su vida, a usar la cámara para escribir su vida, pero ahora ya sin su hijo. El arte en este caso no creo que le sirva para transformar su dolor. Una nueva película solo le recordaría la vida que quedó interceptada por el tiempo. Y en este caso, el propio tiempo se ve trizado y este constituye la materia prima del cineasta, de todos los cineastas. Hacer cine es “esculpir en el tiempo” dijo Andrey Tarkovsky, el famoso cineasta ruso. Hay momentos en los que el arte no puede curar. Hay momentos en los que el arte no sirve para nada. Y solo queda esperar. Solo queda acumular tiempo y ver qué pasa, ver si el tiempo es capaz de sanar las heridas más profundas para utilizarlo de nuevo. Estoy segura que en un futuro no muy lejano volveremos a ver una película de McElwee, una gran película de McElwee, llena de sensibilidad y de filosofía. .